Camino de San juan de la Cruz
Hacer este Camino es tener la oportunidad de vivir una experiencia mística: experiencia porque se vive en la realidad, mística porque lo hacemos de la mano de San Juan de la Cruz.
En medio del bienestar y de sus crisis, quiere significar un punto de arranque y despegue de la realidad concreta que afecte a cada cual. Una puerta abierta al descubrimiento de esas otras partes “del yo y de su historia” (letargo en el que a veces se puede vivir, inercias, problemas, deseos, frustraciones, éxitos…) y comprender que tales descubrimientos son posibles. Quiere ser como una experiencia de despertar, una especie de sacudida a la persona, y que Dios procurará la intensidad y profundidad necesarias para cada cual, en tanto le sirva para acercarse a Él.