Catedral de Jaén
Santa Iglesia Catedral de la Asunción de la Virgen
La catedral de Jaén, obra maestra de Andrés de Vandelvira y fuente de inspiración para la construcción de muchas catedrales en Hispanoamérica, es considerada una de las obras más notables del Renacimiento en Andalucía de ahí que hace unos años se iniciara el proceso para conseguir su declaración como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
La primera catedral de la ciudad se construyó sobre los cimientos de la mezquita aljama tras la conquista de la ciudad por Fernando III, el Santo en 1246. Un tiempo después, en el s. XIV, el Obispo don Nicolás de Biedma trajo a la ciudad la reliquia de la Santa Faz o Santo Rostro, uno de los tres paños que según la tradición, la Verónica utilizó para secar el sudor y la sangre a Jesús durante su subida al calvario. La existencia de esta reliquia en la primera catedral cristiana motivó que se convirtiera en un importante santuario de peregrinación e hizo pronto necesaria su ampliación, ya en estilo gótico. De este estilo aún quedan elementos en la cabecera de la catedral actual. Debido a varios problemas constructivos en el s. XIV se encarga una nueva catedral con trazas renacentistas al arquitecto Andrés de Vandelvira, y pese a que las obras perduraron durante tres siglos, la impronta del maestro se mantuvo consiguiéndose por ello la catedral arquitectónicamente más equilibrada, armoniosa y proporcionada de las catedrales andaluzas y la que ofrece un interior más solemne y majestuoso.
El Sagrario
El terremoto de Lisboa, en 1755, evidenció que se hacía necesario construir el ángulo noreste de la catedral, aún sin levantar, para dar consistencia al edificio.
Se decidió así construir el Sagrario, cuyas obras, según proyecto de Ventura Rodríguez, se iniciaron en 1764 y fueron finalizadas en 1801. La cornisa exterior está decorada con estatuas realizadas por el escultor francés Miguel Verdiguier.
El Coro
La sillería del coro está compuesta por 69 sillas altas y 53 bajas, además de los bancos corridos reservados al Ayuntamiento. La sillería baja está decorada con vidas y milagros de santos populares, mientras que la sillería alta narra escenas del Nuevo Testamento, y, en el guardapolvo, su prefiguración correspondiente en otras escenas del Antiguo Testamento.
De gran riqueza iconográfica, la sillería, realizada en el pontificado de don Alonso Suárez, obispo de Jaén de 1500 a 1520, es obra de Gutierre Gierero, Jerónimo Quijano y Juan López de Velasco.
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