Hablar de artesanía supone adentrarse en la cultura misma de un pueblo, en su propia historia y en conocer el rico y variado legado que las distintas sociedades que han vivido en estas tierras han dejado, herencia plasmada en oficios capaces de convertir en auténticas obras de arte las creencias, los ritos y las costumbres de formas de vida que, en ocasiones, no han cambiado tanto a pesar del transcurrir de los siglos. En cualquiera de las manifestaciones artesanales que perviven en nuestra provincia hallamos rasgos y técnicas de antaño que han superado el desgaste del tiempo y que se han canalizado a través de generaciones hasta llegar a nuestros días.

 

Alfareros, ceramistas, artesanos de la forja, expertos vidrieros o esparteros, restauradores de obras de arte, fabricantes de artesonados artísticos, etc… oficios de antaño que gracias al valor, esfuerzo y constancia de quienes los desempeñan, han conseguido salvaguardar gran parte del patrimonio artístico e histórico de Jaén, convirtiéndose en un importante atractivo turístico y logrando incluso traspasar las fronteras de nuestro país para mostrar su “arte” en el resto del mundo.

 

Es por todo esto que Jaén no solo es un referente en artesanía, sino también la cuna de unos artesanos cuyas obras nos hacen recorrer las costumbres de nuestros antepasados y revivir la historia de nuestra civilización.